Aquí estamos, no nos moveremos pero avanzaremos. Contradictorio, ¿no? No es nuestra única contradicción. Estamos alertas y conscientes de nuestra contradicción. Estamos alertas que caemos y nos embarramos. Estamos bien dormidos y despiertos, nos caemos en el barro y nos reímos. Sabemos que caeremos en el barro una y otra vez. Sabemos que nuestros ideales se caen ante el propio peso de nuestras acciones que son lo contrario a lo que predicamos. Nos vemos humillados y nos veremos humillados una y otra vez hasta que algún día nuestras acciones coincidan con nuestros pensamientos. Nos marcarán los errores, nos avergonzaremos de ellos o aprenderemos de ellos o no. Volveremos sobre nuestras propias huellas, seremos un montón de palabras, pero palabras conscientes. Nos gustan nuestros ideales, y sabemos que son ideales y por lo tanto imposibles de conseguir. Nos remarcan que está bien que seamos como los demás, que caer no es caer, sino comportarse normalmente y no buscar la cosa imposible. Haremos señas en la ruta, perdidos, sin luces al fondo, en pelotas y enojados. Queremos subirnos al camión, queremos
salir del colectivo. Todos nuestros defectos saldran a la luz, erraremos vagabundos para hacerle ole al meollo principal. Somos humanos y está bien, pero nunca nunca nunca dejaremos de intentar de salir del sistema. Ese será nuestro legado.
miércoles, 28 de febrero de 2007
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7 comentarios:
Salir para ir a dónde?
La contradicción la madre de todas las naturalezas y el padre del hijo paria que ronda nuestras cabezas.
¿Y el espíritu santo?
Amén.
El Tao no es el Tao
Una desventaja de la lógica binaria que occidente carga desde Aristóteles; las cosas son o no son.
Una duda: ¿somos siempre los mismos?
Siempre pienso, a la mañana, cuando me pinto los labios no soy ya la misma que cuando me cepillaba los dientes diez minutos antes.
Entonces por ahí no hay contradicción; no podemos estar siempre a la altura de lo que decimos o lo que queremos porque cambiamos todo el tiempo y con eso cambia nuestri querer.
Solución: los orientales entienden que las contradicciones están sólo en la superficie.
Estamos afuera y queremos estar adentro, y queremos salir carpiendo una vez que entramos. Tiene sentido? Probablemente no tiene sentido con el que fuimos, pero tiene sentido con los que somos... y con los que seremos... qué importa?
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